La psoriasis es una enfermedad inflamatoria crónica de la piel que se manifiesta a través de brotes recurrentes de lesiones cutáneas. Se calcula que afecta a más de un millón de personas solo en España. Aunque no es contagiosa, tiene un notable impacto en la calidad de vida de quienes la padecen, no solo por sus síntomas físicos sino también por sus consecuencias emocionales.Se trata de una afección autoinmune, en la que el sistema inmunológico provoca una aceleración en la regeneración de las células de la piel. Esto genera una acumulación de células en la superficie cutánea, lo que produce engrosamiento, inflamación y escamas visibles.

Síntomas habituales

Los síntomas más característicos de la psoriasis son la aparición de placas enrojecidas cubiertas por escamas blanquecinas o plateadas, que suelen provocar picor, ardor o molestias. Estas lesiones suelen aparecer en los codos, las rodillas, el cuero cabelludo y la zona lumbar.

También pueden observarse cambios en las uñas, como engrosamiento, aparición de hoyuelos o desprendimiento parcial. Cuando se asocian síntomas articulares, puede tratarse de artritis psoriásica.

Tipos de psoriasis

Existen varias formas clínicas de psoriasis. La más común es la psoriasis en placas, pero también encontramos variantes como la psoriasis en gotas, que suele aparecer tras una infección; la psoriasis inversa, que afecta a pliegues corporales; la psoriasis pustulosa, con ampollas llenas de pus estéril; y la psoriasis eritrodérmica, la forma más grave, con enrojecimiento generalizado de la piel.

Causas y factores desencadenantes

La predisposición genética es uno de los principales factores de riesgo. Sin embargo, no todas las personas con antecedentes familiares desarrollan la enfermedad. Hay factores que pueden desencadenarla, como el estrés emocional, infecciones bacterianas como la faringitis, el consumo de ciertos medicamentos, el alcohol, el tabaco y los cambios hormonales.

Diagnóstico y consulta médica

El diagnóstico de la psoriasis suele realizarse mediante una exploración visual por parte de un dermatólogo. En casos dudosos, puede recurrirse a una biopsia de piel. Hoy en día, gracias a la telemedicina, es posible recibir un diagnóstico fiable desde casa. En Dermapeople ofrecemos atención profesional sin listas de espera, con respuesta médica en menos de 24 horas.

Opciones de tratamiento

No existe una cura definitiva para la psoriasis, pero sí numerosos tratamientos eficaces. En casos leves, se utilizan cremas y ungüentos tópicos con corticoides o derivados de la vitamina D. Cuando la enfermedad es más extensa, puede recurrirse a la fototerapia con luz UVB o a tratamientos sistémicos orales y biológicos.

Además del tratamiento médico, mantener la piel hidratada, evitar sustancias irritantes y cuidar la salud emocional son claves para reducir la frecuencia e intensidad de los brotes.

El impacto emocional de la psoriasis

Vivir con psoriasis no siempre es fácil. Las lesiones visibles pueden afectar la autoestima y provocar ansiedad, aislamiento o depresión. Por ello, el abordaje de la enfermedad debe ser integral. En Dermapeople no solo tratamos la piel, también apoyamos el bienestar emocional del paciente.

¿Cuándo consultar a un dermatólogo?

Es recomendable consultar a un especialista si las lesiones cutáneas son persistentes, si se observan cambios en las uñas o si aparecen molestias articulares. Un diagnóstico precoz permite aplicar tratamientos eficaces desde el principio.

Con la teleconsulta dermatológica online de Dermapeople puedes acceder a un dermatólogo desde tu móvil, sin esperas y con total comodidad.

Conclusión

La psoriasis es una enfermedad compleja, pero controlable. Gracias a los avances médicos y a servicios como el de Dermapeople, hoy es posible vivir con normalidad y reducir el impacto de los brotes. Si sospechas que puedes tener psoriasis, te animamos a consultarlo cuanto antes con un dermatólogo especializado.

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